martes, 1 de noviembre de 2011

Tu voz...

Me encuentro en una forma de supervivencia constante desde que ya  no estás, 
echo de menos todo lo que tiene que ver contigo, 
no consigo acostumbrarme al dolor de tu ausencia...


Te recuerdo cuando puedo y cuando no y te extraño más, 
cuento los segundos en los que no te veo y para mí suman ya toda una eternidad.


Y una vida entera a mí no me vale porque no se viven dos historias iguales...*

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